Este clásico de la cocina tradicional marroquí no sólo es uno de los mejores platos de la gastronomía norteafricana, sino también un plato delicioso y muy fácil de hacer.
La cocina marroquí es sorprendente. Uno de los platos típicos más sabrosos es el Tajine, que hace referencia a la olla de cerámica de tapa cónica donde se puede hacer casi de todo. Este cacharro (de barro en su forma más tradicional) tiene la particularidad de actuar como si fuera una especie de olla a presión y de cocer los alimentos en sus propios jugos. Es fácil encontrar un tajine y los hay especialmente preparados para la vitrocerámica
Si no dispones de un Tajine, la receta puede hacerse en un wook o una olla con buen fondo y, en la última fase, tapar y cocer a fuego muy lento hasta que las verduras se cuezan en su propia humedad. Esta receta es muy fácil de hacer y es deliciosa. Ideal para iniciarse en los secretos de la gastronomía del país norteafricano y sorprender.
Ingredientes para cuatro personas
Un pollo cortado en presillas (trozos pequeños); Aceite de oliva; Una cebolla grande; Tres dientes de ajo; Un manojito de Perejil; un manojito de Cilantro; dos huevos; sal; pimienta; jengibre; canela; cúrcuma; el zumo de un limón; una docena de dátiles; un puñado de ciruelas pasas; un calabacín cortado en rodajas finas;un pimiento verde cortado en tiras finas; una cucharada sopera de miel.
Preparación
Cortar la cebolla en juliana muy fina. Poner el aceite e el Tajine y ponerlo a fuego medio. Freír la cebolla hasta que ésta se poche, esto es, quede transparente y blandita. En este momento hay que añadir el pollo y dorar un poquito a fuego algo más vivo removiendo frecuentemente para que la carne se haga bien por todos los lados y la cebolla no se queme. Cuando el pollo esté dorado bajar la llama, añadir la sal, el ajo y la mitad del perejil y el cilantro bien picaditos.
Es la hora de empezar a dar sabor al plato. En este momento hay que mezclar bien y añadir las especias, el jugo del limón, las ciruelas pasas, los piñones y los dátiles. Mantener a fuego medio durante unos cinco minutos tratando de mover el pollo y los ingredientes con frecuencia. Por último, hay que dar un toque dulce con una cucharada sopera de miel y volver a remover. Ya verás lo bien que huele todo. Hay que ser cuidadoso con la cantidad de especias utilizadas, aunque todo queda al gusto del cocinero. Nosotros no ponemos más dela mitad de una cuchara de café.
Antes de cerrar el Tajine hay que cortar el pimiento y el calabacín en láminas muy finas. Cubrir el pollo con las verduras y tapar. Hay que dejarlo cocer todo unos 25 minutos a fuego lento. Mientras tanto, batir los huevos con la mitad del cilantro y del perejil. Cuando abras el Tajine, en la mesa antes de servir, verter el huevo sobre las verduras y mezclar con cuidado para que cuaje.
Fuente: eldiario.es
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